El teólogo adventista Jon Paulien utiliza su último libro titulado "Everlasting Gospel, Everchanging World", (Evangelio eterno, mundo cambiante) para defender la adopción de una actitud diferente hacia el evangelismo.
Existen dos analogías que se utilizan para hablar de la tarea de esparcir el evangelio: la "ciudad sobre un monte" y la "sal de la tierra", escribe Paulien, decano de la Facultad de Religión de Loma Linda University, Loma Linda, California, Estados Unidos. El primer enfoque requiere que los cristianos iluminen desde un lugar prominente a los que los rodean. Los habitantes de la ciudad envían de tanto en tanto obreros de avanzada para traer a las personas a la seguridad que ofrecen las murallas de la ciudad. La mayor parte del tiempo, sin embargo, los cristianos se mantienen apartados de las influencias seculares al permanecer dentro de los muros y al asociarse solamente con otros creyentes.
El segundo método, la sal de la tierra, requiere que los cristianos se involucren definidamente con las personas que los rodean y que cambien gradualmente el saber del mundo con su sola presencia. Paulien acuña la frase "conservadurismo radical" para ilustrar una actitud de dar y recibir que aún está firmemente arraigada en el evangelio.
Los adventistas a menudo desconfían de tales modelos, y Paulien no hace nada para disipar ese temor. En su lugar, sostiene que ambas estrategias tienen su propósito y que ninguna de ellas es inherentemente superior. Sin embargo, el libro ilustra cuál es el método efectivo para alcanzar a la mente secular o posmoderna.
Si bien las personas de cualquier edad pueden ser clasificadas como seculares, generalmente hablamos de los posmodernos al referirnos a personas menores de cuarenta años. Estos individuos se muestran mucho más receptivos hacia el método de uno a uno, que es el método que Paulien ilustra con la analogía de la sal. Para suplir las necesidades del posmoderno escéptico y cínico, los cristianos deben en primer lugar suplir sus necesidades físicas y emocionales, escucharlos, entenderlos y en último término ofrecer consejos o instrucción.
El cuidadoso tratamiento del tema por parte de Paulien evita alienar a los adventistas que practican los métodos de evangelismo "tradicionales". También dice diplomáticamente que no todos pueden practicar esta escuela de evangelismo, ya que ser parte del mundo (aunque distinto de él) puede presentar un gran riesgo espiritual para algunas personas. Al mismo tiempo, traza innegables paralelos entre los ministerios de Jesús y Pablo, los escritos de Elena White y el método de la sal.
Para los adventistas que ya tienen un punto de vista posmoderno, el "Evangelio eterno" puede resultar útil para entender a sus padres y abuelos que pueden estar luchando con las cambiantes formas de pensar en la iglesia. Las generaciones más jóvenes de adventistas pueden saber instintivamente cómo llegar a sus compañeros posmodernos.
El libro de Paulien ofrece clarificación de un tema que parece ser motivo de lucha en la Iglesia Adventista. El "Evangelio eterno" es revelante en una cultura que a menudo es definida por reuniones multitudinarias y bautismos en masa. Los argumentos de Paulien son coherentes y convincentes. Cree de todo corazón en el tema, y enfrenta a su audiencia en un terreno neutral.
Los adventistas que sientan que no entienden bien la cosmovisión posmoderna o que no saben bien cómo alcanzar esa cultura hallarán en este libro una excelente introducción a estos temas.
Fuente: ANN. Adventists News Network.
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